miércoles, 12 de septiembre de 2012

IPHONE 5



Durante los últimos dos años el diseño del iPhone apenas ha cambiado. Tanto el 4 como el 4S -el modelo que Apple lanzó el pasado año- presumían de una forma simple pero icónica que Steve Jobs, en 2010, equiparó a la de "una cámara Leica clásica".

Hay muchos elementos comunes en el iPhone 5 que la compañía, fiel a su tradición de lanzar un teléfono por año, ha presentado este miércoles en San Francisco. El teléfono, que llegará a España el 28 de septiembre, tiene también una banda metálica y proporciones parecidas a las de su antecesor pero es más delgado -7,6 mm.-, el 'smartphone' más fino del mercado, y más alto. Ahora utiliza una cubierta metálica en la parte trasera en lugar de una superficie de cristal. Vendrá en dos colores: blanco y plata o en negro y grafito.

Entre la delgadez (7,6 mm) y el peso (112 gramos), la sensación es que dentro del nuevo iPhone no hay nada, que es una barra de metal casi hueca, de diseño continuista con el del iPhone 4 y 4S pero al mismo tiempo diferente en la sensación que transmite por el material elegido para la carcasa. Tras dos años acostumbrado a tocar cristal, cuesta hacerse a la idea de tocar metal.

El cambio en dimensiones es significativo porque viene forzado por la decisión de Apple de usar una pantalla de mayor tamaño. La del iPhone 5 tiene cuatro pulgadas en lugar de las 3,5 que hasta ahora han usado todos los dispositivos de Apple. La tendencia entre otros fabricantes de telefonía móvil avanzada es también apostar por pantallas de mayor tamaño, de hasta cinco pulgadas, y en cierta forma puede decirse que Apple ha sido incluso conservadora en el nuevo terminal. "Hemos diseñado la pantalla manteniendo la anchura porque el teléfono tiene que poderse usar fácilmente con el pulgar y llegar con él a todos los rincones de la pantalla", dice Phil Schiller, vicepresidente de marketing de Apple.

Es rápido, pero también lo es su antecesor, el 4S. Tiene un diseño impecable y es agradable de sujetar y controlar con una sola mano. Para muchos las cuatro pulgadas de la pantalla se quedarán cortas, para otros será demasiado grande. No cabe duda de que la pantalla es mucho más brillante y de mayor contraste que la de sus antecesores. Es casi lo segundo que se nota, tras el escaso peso.

Con el nuevo formato panorámico se gana claridad a la hora de ver películas, aunque las fotografías, por ejemplo, encajaban mejor en la anterior pantalla, de formato 3:2 (el mismo que tiene la película de 35 mm.). Las aplicaciones de Apple están ya adaptadas a las nuevas medidas. Las que no se han adaptado no se ven mal -simplemente se desperdician algunos pixeles de la pantalla- pero imagino que en breve la gran mayoría se amoldarán a las nuevas dimensiones.


Pero la pantalla no es el único cambio significativo del nuevo teléfono, que a pesar de su nombre se trata del sexto terminal que fabrica la compañía de Cupertino. El iPhone 5 es también el primero de Apple capaz de conectarse a redes LTE, la siguiente generación de redes de telefonía móvil, mucho más rápidas.

La falta de un despliegue coordinado de esta tecnología por parte de las operadoras, sin embargo, juega en contra de Apple y otros fabricantes de telefonía. El nuevo iPhone será compatible con las redes de EEUU y Reino Unido, pero en España aún no se ha producido la migración a las frecuencias definitivas asignadas para LTE y el iPhone tendrá que contentarse con una conexión HSPA+, algo más lenta.

La cámara apenas ha cambiado con respecto al modelo anterior. La lente de más calidad y el procesador más potente posiblemente ayuden a que la experiencia de fotografiar con el teléfono sea aún mejor pero el sensor es de calidad parecida al del 4S.

Nuevo puerto 'dock'

El iPhone 5 será también uno de los primeros dispositivos en estrenar la nueva conexión Lighting, un sustituto para el puerto 'dock' de 30 pines que Apple ha usado en sus iPod, iPad e iPhone durante los últimos 10 años. El viejo puerto ocupaba demasiado espacio en el interior del teléfono y cargaba con la herencia de compatibilidad de viejas conexiones -como Firewire- que ya están en desuso.

Lighting, mucho más compacto, es compatible con el estándar USB 3.0. Para Apple el cambio de puerto conlleva un gran riesgo. El iPhone tiene un gran mercado de accesorios -desde cargadores a bases de altavoces- que ahora mismo gira alrededor de la vieja conexión.

Muchos fabricantes han empezado a usar conexiones inalámbricas, como Bluetooth o WiFi, que además permiten compatibilidad con productos de otras marcas, pero el puerto dock sigue estando presente en la gran mayoría de dispositivos.

iOS 6

El teléfono de Apple será el primero que vendrá de fábrica con la nueva versión del sistema operativo de la compañía para dispositivos móviles, iOS6. Esta nueva versión acaba con varios de los lazos que aún mantienen a Apple y Google unidas.

En lugar de Google Maps, Apple utiliza ahora una aplicación de mapas propia creada con información geográfica del proyecto Open Street Maps y contenidos de TomTom. La nueva aplicación de mapas es capaz de mostrar vistas tridimensionales con texturas realistas de varios centros urbanos, incluido Madrid, y puede guiar a los conductores como si se tratara de un GPS, algo que hasta ahora Google Maps reservaba sólo para usuarios de Android.

La pregunta que muchos me están haciendo ahora es si merece la pena actualizar desde un iPhone 4 o un 4S. Mi consejo general -recuerdo que aún no he podido probar el teléfono a fondo- es que el salto de dos generaciones (de iPhone 4 a iPhone 5, de Galaxy S a SIII) suele merecer la pena. El salto de una generación no tanto. Al 4S le queda aún mucha vida por delante y sigue siendo un buen teléfono pero mejor evitar tocar el iPhone 5 porque la tentación del menor peso y grosor es grande.

La nueva versión del sistema operativo se podrá descargar para otros dispositivos móviles de Apple el próximo 19 de septiembre.

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